miércoles, 9 de mayo de 2012

¿Debemos respetar las creencias de los demás?

Muchas veces me encuentro con personas, amigas o no, que conociendo o no mi manera de pensar sobre los mitos y las realidades, desde el punto de partida de la definición ya dada, me reclaman que debo respetar las creencias de los demás, y, a simple vista, esto luce como un valor moral razonable, basado en la frase de Benito Juárez de que "el respeto al derecho ajeno es la paz" y en las leyes de los estados democráticos que establecen que las creencias religiosas son un derecho humano.  A estas personas yo les contesto que yo respeto sin ningún tipo de limitaciones a las personas, pero no cometo ninguna falta si no respeto sus creencias, porque las creencias son conceptos abstractos que se circunscriben al ámbito de sus cerebros, siempre y cuando no se la quieran imponer a otros.


Benito Juárez


Muchas veces, esta respuesta produce reacciones de perplejidad.  "¿Cómo va a haber paz en el mundo si no se respetan las creencias religiosas? ¿No has visto lo que sucede en el Medio Oriente o en Europa Oriental, o en Asia?", me reclaman, a lo que yo añado: "y en Estados Unidos de América, también..."  Por supuesto que lo he visto, pero eso no ocurre por el irrespeto a las creencias religiosas de los demás, sino por la falta de respeto a las personas, no importa en el mito que crean.

Ejemplos no faltan, más bien, sobran.  Los musulmanes en Gran Bretaña y Holanda, particularmente, tienen una campaña impresionante para que se les respeten sus "derechos religiosos", aunque esto requiera que se permitan atrocidades como los asesinatos de honor (el padre y los hermanos matando o como mínimo lastimando y mutilando a las mujeres por infidelidades maritales, reales o no) dictados por los tribunales de la Sharia y por el Corán, la misoginia que esto provoca, los crímenes en contra de los homosexuales, permitidos por los clérigos, etc., etc.... Esto no me merece el más mínimo respeto.

"¿Debemos respetar las creencias de los demás?", vuelvo y pregunto.  Si son creencias, no me importa cuán absurdas o brillantes o reales sean, lo más que puede pasar es que estemos de acuerdo o no, y, en mi caso, si no se basan en la realidad, difícilmente estaré de acuerdo con ellas.  Un amigo me preguntó una vez, queriendo jugar a la filosofía y a sus silogismos, "¿Tú CREES que yo estoy aquí a tu lado?  ¿Es esta una CREENCIA que compartimos?" y yo le contesté, "Amigo, yo SE que tu estás aquí a mi lado, no necesito CREERLO, porque lo sé."

Respetar las creencias religiosas de los demás no resuelve el problema xenofóbico del mundo, respetar a los seres humanos, si es un paso de avance en esa dirección, por eso yo no respeto las creencias de NADIE, no le impongo las mías ni permito que me impongan las de ellos, pero respeto a todo ser humano en inicio y sólo le pierdo el respeto cuando me falta el respeto a mí o a cualquier otro ser humano que no lo haya irrespetado.  

Respetar las creencias de los demás, lejos de ser un valor moral razonable, es una muleta en la que se sostienen los abusos que se cometen en el mundo en base a las creencias, es el sostén que le dan los moderados a los radicales, basados en el nivel de intensidad del mito en el que creen y, por ende, más que la solución, tiende a ser la causa de los problemas.  Si Galileo hubiese cedido totalmente ante la creencia del Papa, la ciencia, la tecnología y la civilización estarían aún más atrasadas de lo que están, y, si por el contrario, en base al deseo cristiano de eliminar las creencias paganas, no se hubiera quemado la Biblioteca de Alejandría y asesinado a Hypatia, es posible que Colón en el Siglo XV, en vez de haber llegado a América, tal vez hubiese llegado a la Luna...

Respetar las creencias de los demás es un mito pernicioso, respetar a las personas, no...

CAFD

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